domingo, 27 de julio de 2008



y escucho el chillido y sufro como si fuera uña sobre espejo una capa de grasa sobre otra una vértebra cansando a la siguiente tan incómoda me pierdo en mi monstruosidad y no quiero verme ni escucharme

me aplana la inercia
y me voy con los muertos
a darle aire al horno


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